Resumen:
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Los arquitectos muchas veces ignoramos en nuestro proyectar, la percepción del espacio a través de los sentidos que están más allá de la vista. El oído es uno de esos sentidos que nos permite experimentar un medio ambiente a partir de la oscilación de la onda sonora, que puede ser percibida como sonido o vibración.En los espacios educativos esta situación se vuelve preocupante cuando los diversos estímulos del medio ambiente llegan a interferir de forma negativa en el confort acústico y en el proceso de aprendizaje de una persona. En el presente artículo se valoran las posibles consecuencias físicas, psicológicas y sociales que un diseño acústico deficiente puede provocar en los usuarios de un espacio destinado al aprendizaje. Se propone una metodología general de diseño acústico, y se reflexiona sobre la situación actual de la normativa pertinente en el panorama chileno, otorgando especial énfasis a la labor social del arquitecto que se enfrenta, desde su propia disciplina, a problemáticas complejas como la equidad social y la educación.Palabras claves: acústica, arquitectura, educación, normativa.
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