Título: | Alocución que Federico González Suárez, Arzobispo de Quito, dirige al clero así secular como regular de la Arquidiócesis y a todos los ecuatorianos de la República |
Autores: | Iglesia Católica. Arquidiócesis de Quito. Arzobispo |
Tipo de documento: | texto impreso |
Editorial: | Quito : Imprenta del Clero, 1914 |
Dimensiones: | 16 p. |
Nota general: |
openAccess Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Ecuador http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ec/ |
Idiomas: | Español |
Palabras clave: | Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" - CCE , Fondos Históricos , Fondo Ecuatoriano Republicano I (FER1) - LIBROS |
Resumen: | Ayer cuando por la tarde, el Sol, trasponiendo la enhiesta cordillera del Pichincha, se ocultó en el Occidente y dejó a esta nuestra ciudad alumbrada por la melancólica claridad del crepúsculo vespertino el año de mil novecientos trece se hundió también para nosotros en el abismo de lo pasado: era el último día del año: el tiempo avanza en su carrera, y hoy hemos comenzado ya un nuevo año. En el terminar de un año hay siempre algo de tristeza, como el acabamiento de la vida humana, a la claridad del día, que, poco a poco, se va amortiguando, sigue la oscuridad de la noche, que invade a la tierra, entenebrece la atmósfera, y todo lo envuelve en sombras. |
En línea: | Iglesia Católica. Arquidiócesis de Quito. Arzobispo. 1914. Alocución que Federico González Suárez, Arzobispo de Quito, dirige al clero así secular como regular de la Arquidiócesis y a todos los ecuatorianos de la República. Quito : Imprenta del Clero. |
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