Resumen:
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A diferencia de otros países árabes, Argelia no ha vivido una “primavera” anti-autoritaria; sus élites han querido “ahorrar” al país la inestabilidad emprendiendo algunas reformas. Este discurso oficial afirma que Argelia ya experimentó su propia “primavera” a finales de los años ochenta y conoce sus resultados. Por su parte, el débil Movimiento 19 de febrero no ha sido capaz de generar movilizaciones a gran escala. Pese a ello, el país ha conocido estos tres años (2011-13) un buen número de acontecimientos y agitaciones importantes (guerras en Libia y Malí, secuestro en Tiguenturin, elecciones legislativas en 2012, 50 aniversario). El flujo de los petrodólares y “gaseodólares” ha permitido “comprar” temporalmente una paz social, en todo caso difícil de alargar. La posible sucesión a Buteflika en 2014 reabre obligadamente el escenario político.
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