Resumen:
|
Las actinoporinas constituyen una familia de proteínas tóxicas sintetizadas por anémonas marinas. Son proteínas pequeñas, básicas y normalmente sin cisteínas. Pertenecen al grupo de las toxinas formadoras de poros (PFT en inglés) y su actividad tóxica radica, como su propio nombre indica, en su capacidad para formar poros en las membranas biológicas. Todas las PFT tienen un comportamiento dual según el cual permanecen mayormente en forma monomérica y establemente plegadas en disolución acuosa pero, cuando interaccionan con membranas lipídicas de una composición específica, se integran en la bicapa como estructuras oligoméricas. Las actinoporinas tienen una elevada identidad de secuencia pero muestran grandes diferencias en términos de solubilidad y actividad hemolítica. Todas las actinoporinas estudiadas hasta ahora se pliegan en forma de sándwich ?, compuesto por 10?12 hebras ? flanqueadas por dos hélices ?. La hélice anfipática en el extremo N?terminal parece ser extremadamente importante para la funcionalidad final del poro, ya que se ha propuesto que se extiende y se inserta en la membrana para formar las paredes del poro. Desde un punto de vista funcional, tres regiones más son importantes en la estructura de las actinoporinas: un sitio de unión a fosfocolina (POC), un racimo de residuos aromáticos y un grupo de aminoácidos básicos. Estas regiones estarían implicadas en el reconocimiento de los lípidos y la unión a la membrana. Las membranas diana deben contener esfingomielina (SM), pero otras condiciones (como la presencia de esteroles, la coexistencia de fases o dominios, la compactibilidad, la fluidez y la fuerza de la red de puentes de hidrógeno en la interfase) parece que también tienen gran influencia en la formación de los poros...
|