Resumen:
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El Síndrome Reproductor y Respiratorio Porcino (SRRP) es una de las enfermedades con mayor significación en la producción porcina a escala mundial. Sus principales manifestaciones son un fallo reproductivo en las hembras gestantes y alteraciones respiratorias en animales en crecimiento, fundamentalmente en lechones. El agente causal del SRRP es un virus de pequeño tamaño, con envoltura y ARN de cadena sencilla y de polaridad positiva perteneciente a la familia Arteriviridae. Aunque desde el punto de vista clínico las cepas del VSRRP en América del Norte y Europa son muy similares, sus diferencias en la virulencia y en sus propiedades antigénicas y genéticas han llevado a clasificar los distintos aislados del virus en dos genotipos. El gran impacto de esta enfermedad en la industria porcina ha impulsado el desarrollo de varios tipos de vacunas, incluyendo vacunas inactivadas y vivas modificadas (MLV) para el control de la enfermedad tanto en cerdos en crecimiento como en cerdas reproductoras. Las vacunas vivas modificadas basadas en el genotipo 1 y 2 fueron desarrolladas inicialmente para el control del VSRRP en cerdos en crecimiento, sin embargo, algunas de ellas han sido registradas, más tarde, para el control de la forma reproductiva de este síndrome. No obstante, a pesar de la amplia comercialización de los diversos productos desarrollados por diferentes laboratorios, han generado una gran polémica debido, fundamentalmente, a cuestiones relacionadas con la seguridad de las mismas. Estas sospechas derivan tanto de los resultados llevados a cabo en condiciones experimentales como de indicios procedentes de la aplicación de dichas vacunas en condiciones de campo. Así, estudios experimentales llevados a cabo con la vacuna, basada en un aislado de genotipo 2, Ingelvac® PRRS MLV han demostrado la replicación del virus vacunal en los cerdos vacunados causando una viremia detectable, persistiendo en el organismo de los animales vacunados durante semanas y eliminándose por distintas rutas pudiendo transmitirse a animales susceptibles no vacunados. Además, el virus vacunal es capaz tanto de atravesar la barrera placentaria e infectar a los fetos en desarrollo como de infectar a los recién nacidos durante la lactación. Por otra parte, en el caso de esta cepa vacunal existen sospechas de reversión a virulencia basándose en similitudes encontradas entre la cepa vacunal y algunas cepas que han producido patología clínica en áreas donde se ha empleado la vacuna, por lo que hay que tener presente que existe un riesgo potencial de recombinación de las cepas vacunales con cepas que circulen en la población, pudiendo dar lugar a la reversión a virulencia o incluso a nuevas cepas que sean más virulentas que las existentes antes de la vacunación...
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