Resumen:
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A partir de los años ochenta se inicia un proceso general de crisis y transformación de los Estados del Bienestar y, por tanto, de la norma salarial de empleo, según la cuál el trabajo había de ser «seguro, estable, a tiempo completo, adecuadamente retribuido y con derechos sociales reconocidos». El final de la norma salarial de empleo será el comienzo de los intentos de implantación de una nueva norma, la de la flexibilidad, y de la aparición en la escena del problema social de la «precariedad laboral». Pero si cada país tuvo su norma salarial, cada país tendrá también su propia «precariedad», y de ahí el problema de tratarla por medio de medidas comunes y universales (flexiguridad).
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