Resumen:
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Desde los inicios de la introducción de los aceites secantes como aglutinantes de pintura, su uso, preparación y características han sido descritos en recetarios, tratados y diversos textos sobre tecnología artística, materiales y técnicas pictóricas. Ya en los primeros textos, que datan del siglo XV, se menciona la incorporación al aceite de ciertas sustancias con el objetivo de modificar el comportamiento físico de la pincelada y su acabado. Pero en los siglos posteriores, la variedad de estos aditivos y su proceso de mezcla con el aglutinante oleoso se fue complicando, lo que dio lugar al surgimiento de una leyenda en relación a estas recetas, las cuales se consideraba que guardaban los secretos perdidos de los grandes maestros. En paralelo al aumento de los manuales y tratados de pintura, en los que se describen los aceites y sus mezclas, aparecieron las primeras marcas comerciales dedicadas a la venta de materiales artísticos. Estas empresas no podían obviar todas esas recetas heredadas del pasado, por lo que pronto se incorporaron a la industria moderna, teniendo su mayor desarrollo en la edad contemporánea. La razón se debe al creciente interés hacia las técnicas pictóricas de los grandes maestros por parte de los pintores actuales y el propio mercado del arte...
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