Resumen:
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Durante los últimos años la resistencia a antibióticos está aumentando de forma alarmante, aumento propiciado en gran medida por el mal uso que se ha hecho de estos fármacos desde su introducción en la práctica clínica. Esto ha facilitado la selección de bacterias multirresistentes y su diseminación en los ambientes microbianos. Los plásmidos tienen un papel fundamental en la dispersión de resistencias, pues son capaces de transmitirse horizontalmente entre distintas poblaciones bacterianas, diseminando de esta forma los genes de resistencia a antimicrobianos. Cuando una bacteria adquiere un nuevo plásmido, no obstante, la replicación y expresión de los genes codificados en el plásmido puede suponer un elevado coste biológico para la bacteria, produciendo una ralentización de su crecimiento y menor competitividad frente a las bacterias libres del plásmido. En ambientes en los que no existe una presión selectiva, esto puede suponer la pérdida del plásmido en la población bacteriana. El coste biológico de los plásmidos puede ser compensado mediante evolución adaptativa, que permite la adaptación de los plásmidos a sus nuevos hospedadores y facilita su persistencia en la población. Sin embargo, la mayoría de los mecanismos de adaptación descritos son exclusivos de plásmidos conjugativos, y no pueden aplicarse a los plásmidos pequeños no conjugativos...
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