Resumen:
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La aparición del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) ha supuesto que la incidencia de síndrome de inmunodeficiencia adquirida o muerte relacionada con la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) haya disminuido drásticamente en los últimos años en los países que tienen acceso al mismo. Antes de 1996, la incidencia de mortalidad anual entre los sujetos con infección por VIH-1 superaba el 20%; tras una década de tratamiento eficaz, la mortalidad anual ha disminuido a menos del 2%. Dado que los pacientes viven más tiempo con el VIH, existe una preocupación creciente por los problemas que puedan desarrollar los sujetos que reciben TARGA durante años, como son las alteraciones de la distribución de la grasa corporal, la lipoatrofia, el lipoacúmulo o la presencia simultánea de ambas. Además de los cambios en la distribución de la grasa corporal, los pacientes en TARGA presentan otras alteraciones metabólicas como son la dislipemia, diabetes mellitus, insulinorresistencia y esteatosis hepática. Existe una gran preocupación porque estas alteraciones metabólicas puedan suponer un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, por lo que comités de expertos han acordado identificar las prioridades de cara a la investigación con el objetivo de disminuir el riesgo cardiovascular (RCV) en estos pacientes. Existe un incremento en la prevalencia de enfermedad vascular subclínica (ECVs) en pacientes con infección por VIH respecto a la población general no relacionado con los factores de riesgo cardiovascular clásicos, sino con factores dependientes de la propia infección por VIH. Las tablas de predicción de RCV clásicas subestiman el riesgo de ateroclerosis subclínica en los sujetos con VIH al no tener en cuenta dichos factores. La inclusión de factores relacionados con la infección por VIH en los modelos de predicción SCORE y Framingham, así como el estudio de biomarcadores de inflamación y daño vascular, puede ayudar a mejorar la estratificación del riesgo cardiovascular de estos pacientes. Además, la presencia de deterioro renal incipiente podría predecir la presencia de daño vascular subclínico en sujetos con infección por VIH. Dos son los objetivos principales de esta Tesis. en primer lugar, estudiar la capacidad diagnóstica de los modelos de Framingham y SCORE para la detección de enfermedad cardiovascular subclínica (ECVs) en pacientes con infección por VIH, tomando el grosor íntima-media carotideo (GIMc) como prueba de referencia. Y en segundo lugar, analizar las características de los pacientes con discordancia entre el RCV predicho según las modelos de Framingham y SCORE y el hallado por ecografía carotidea.
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