Resumen:
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En los últimos cincuenta años, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han conseguido que ningún ámbito de la vida humana ignore su presencia. Formamos parte de una sociedad mucho más informada, en la que ya no solamente recibimos información, sino que cualquiera de nosotros puede ayudar a construirla –de ahí que se la haya denominado sociedad del conocimiento–. Las posibilidades educativas y laborales se han ampliado gracias a internet y la política puede realizarse cada vez en menor medida a espaldas de los ciudadanos. Ahora bien, si el ámbito público se ha visto claramente afectado, la esfera privada no se ha quedado atrás. Diversas aplicaciones en línea nos permiten estar constantemente conectados, compartir públicamente aspectos de nuestra vida personal y conocer gente nueva sin importar el lugar ni la distancia. En un mundo en el que todo se torna fácilmente susceptible de ser publicado, la privacidad entra en peligro, de modo que se hace necesario investigar hasta qué punto esto es cierto y en qué medida supone verdaderamente un problema. Esta tesis doctoral, desde una perspectiva filosófico-educativa y, por tanto, fundamentalmente a través del análisis crítico de textos, pretende dar respuesta a estas dos preguntas en lo que atañe particularmente a la educación. En primer lugar, se analiza la relevancia de la privacidad en la formación de los individuos en tanto que ciudadanos y, al mismo tiempo, sujetos morales; en segundo lugar, se abordan las principales vías que conducen a que sea efectivamente desarrollada; en tercer lugar, se indaga en torno a su situación en el contexto socio-educativo actual; y, en cuarto y último lugar, atendiendo a la consideración tradicional de la privacidad en tanto que derecho humano fundamental, se justifica por qué es así considerada, por qué debe seguir siéndolo y cuáles son las vías educativas que mejor pueden conducir a preservarla en nuestro tiempo. Los resultados de la investigación apuntan a que la privacidad ocupa un lugar esencial en la formación ético-cívica de los individuos, pues aparece como el principal ámbito de formación de la subjetividad personal. Para lograrla se hace necesario aprender a disfrutar de tiempos y espacios de soledad, lo cual es complicado en un mundo donde se fomenta un estado de conexión permanente. Es por ello que, de manera independiente a la existencia de opciones de privacidad en todas y cada una de las aplicaciones de internet que podamos usar a nivel personal, el derecho humano a la privacidad se vulnera desde el mismo momento en que el sistema nos insta a estar el mayor tiempo posible conectados. De este modo, una educación que pretenda proteger este derecho, no podrá hacerlo en ningún caso a través de cualesquiera medios que impliquen el contacto y la conexión. Este trabajo concluye, por tanto, que para facilitar el logro de la privacidad por parte de las nuevas generaciones, las cuales nacen y crecen ya en un mundo en línea, es imprescindible incluir, por parte de padres y educadores, una pedagogía de la desconexión temporal. Esta pedagogía no implicará en ningún momento el rechazo de las TIC, simplemente consistirá en la introducción de pausas ocasionales en el proceso educativo con el fin de que un contacto continuado e incesante no condene al olvido el hecho de que los seres humanos somos individuos particulares con subjetividad personal
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