Resumen:
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El mieloma múltiple se caracteriza por una expansión clonal de células plasmáticas (CP)patológicas que se acumula en la médula ósea, capaces de producir un componente monoclonal,que puede ser detectado en el suero o en la orina mediante técnicas de electroforesis e inmunofijación. El diagnóstico de mieloma se basa en la detección de ese componente monoclonal en sangre y/o orina y la demostración de células plasmáticas patológicas en médula ósea. Por lo tanto, el estudio de médula ósea es crucial para el diagnóstico y la evaluación de la respuesta al tratamiento en el mieloma. Las células plasmáticas clonales tienen unas características morfológicas, citoquímicas e inmunofenotípicas que las diferencian de las células plasmáticas normales. Esto facilita la identificación de enfermedad residual tras el tratamiento.Inicialmente los criterios de respuesta al tratamiento se basaban únicamente en la reducción del componente monoclonal. En 1998 se acepta internacionalmente el criterio de Remisión completa(RC) definido como ausencia de componente monoclonal detectado por inmunofijación (IF) en sangre/orina y presencia de menos de 5% de CP en médula ósea. Más tarde, en el año 2006 se incorpora a los criterios de respuesta la ausencia de clonalidad de las CP, y se añade una nueva categoria de respuesta al tratamiento: la respuesta completa estricta, que requiere cumplir los requisitos tradicionales de respuesta completa, a los que se añaden dos parámetros: un ratio cadenas libres en suero normal y ausencia de clonalidad, demostrada en la biopsia de médula ósea por inmunohistoquímica (IHQ) o inmunofluorescencia. En el año 2011 el EMWG publica los actuales criterios de evaluación de la respuesta al tratamiento en el mieloma múltiple. Propone dos técnicas diferentes para descartar clonalidad: la citometría de flujo (CMF) de 2 o 4 colores, y la IHQ..
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