Resumen:
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Mi querida señorita (1971) se ha convertido en una de las películas paradigmáticas del último quinquenio de la dictadura franquista. Su producción está enmarcada en un sistema político opresor lleno ya de contradicciones (tardofranquismo), pero también en el anuncio tímido de un cambio incipiente (pretransición). Elaborada a cuatro manos entre el coguionista y director Jaime de Armiñán, y el coguionista y productor José Luis Borau, es el primer filme de la cinematografía española en tratar de forma realista -aunque críptica y difusa- el cuestionamiento de la identificación genérico-sexual y la transición social de un género a otro.Los objetivos al emprender esta investigación han sido tres. En primer lugar, hacer un análisis fundamentado en los materiales, que complemente y revise la historiografía existente; que recorra las diferentes fases del proyecto cinematográfico: (re)escrituras del guion y control administrativo, evolución de las copias fílmicas, videográficas y digitales, concepción y connotación de la publicidad gráfica; y que colme lagunas haciendo emerger materiales semiolvidados.En segundo lugar, se ha pretendido demostrar el carácter polifónico de Mi querida señorita, como obra abierta en la que se entremezclan distintos discursos genérico-sexuales: los que se ajustan a los límites morales de la censura gubernamental y los que los traspasan, los que preocupaban a cada uno de sus coautores, los que se corresponden con discursos de su época histórica de producción y con actualizaciones discursivas propuestas en nuevas lecturas teóricas y/o militantes de la obra..
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