Resumen:
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Jesús Ibáñez formulaba dos conceptos, los de transducción y anexactitud; ambos situados en un plano metodológico pero que, sin embargo, suponen una propuesta de renovación epistemológica, para las Ciencias Sociales en general, y la Sociología en particular. Es una crítica de fondo a los presupuestos del funcionalismo positivista; una crítica que pone de relieve la esterilidad de sus presuspuestos tanto como la enorme componente ideológica que los anima. El funcionalismo sólo ha servido para consolidar las lógicas de dominación de los dominantes, justificando la pertinencia de un mundo anclado, por naturaleza, en la desigualdad. Para desmantelar esos esquemas de pensamiento, que condenan a la gran mayoría de las personas a creer que lo que les pasa es necesariamente lo que tiene que pasar y que no caben alternativas, la anexactitud, como criterio metodológico, es un punto de partida significativo: hace de la investigación social una tarea humana, de hombre prudente (según la lectura que hace Aubenque hace de la “phronesis” aristotélica), ajena a la pretenciosa “sophia”, inalcanzable, de unos dioses ignotos. Propondremos aquí una “guía anexacta” para la investigación social que suma creatividad y capacidad de transformación social; desarrollaremos el sentido de lo que denominamos anexactitud transductiva.
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