Resumen:
|
Para alcanzar el objetivo principal de la investigación presentada: analizar las asociaciones de conodontos registradas en los materiales del Ordovícico Superior del área de estudio y caracterizar las microfacies de dichos materiales, se han investigado 23 afloramientos de los cuales 3 se localizan en la Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica, 7 en la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica y 13 en el sector oriental de Sierra Morena. Se han procesado un total de 142 muestras micropaleontológicas, de las cuales 115 han resultado positivas, proporcionando, en conjunto, 9.088 elementos conodontales. Para completar la información de los materiales tratados se han realizado, además, 155 láminas delgadas representativas de los niveles muestreados. Las evidencias paleontológicas y sedimentológicas presentadas, consideradas en conjunto, permiten esbozar el escenario regional y global para la Cordillera Ibérica y Sierra Morena oriental que se desarrolló durante el Ordovícico Superior. A nivel global los materiales de este intervalo temporal que aparecen registrados en la Península Ibérica, Francia, Italia, Cerdeña, Alemania, República Checa y Libia estaban estrechamente relacionados, formando parte de la plataforma continental que rodeaba el margen norafricano de Gondwana. A nivel regional, tanto en la Cordillera Ibérica como en el sector oriental de Sierra Morena, durante el Ordovícico Inferior y Medio, se desarrollaban plataformas someras con un marcado carácter detrítico. La primera influenciada por el Macizo Ebro-Cantábrico (Carls, 1983) y la segunda por Gondwana. La mejora climática que tuvo lugar en el Ordovícico Superior (p. ej. Boucot et al., 2003; Cocks y Torsvik, 2005; Fortey y Cocks, 2005; Villas, 2005), permitió el establecimiento de vastas praderas de briozoos y equinodermos bajo el nivel de base del oleaje y por encima del nivel de base de las tormentas, caracterizadas además por la presencia de braquiópodos, trilobites, gasterópodos, ostrácodos y conodontos: una comunidad tipo “bryoderm”, típica de aguas templadas-frías.Tanto en la Cordillera Ibérica como en Sierra Morena, se instalaron entonces plataformas de tipo rampa carbonatada de muy baja pendiente, quedando estas praderas fuertemente influenciadas por la acción de las tormentas y generando depósitos amalgamados de eventos de colonización-destrucción. Una característica propia de la Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica es el desarrollo de montículos de fango carbonatado en las zonas distales de la rampa media, que no aparecen registrados en la plataforma meridional, representada por los depósitos de Sierra Morena. La relación existente entre las dos plataformas descritas no ha podido establecerse en función de nuestros análisis, siendo necesario profundizar en el estudio de los materiales ordovícicos que puedan quedar registrados entre la Cordillera Ibérica y Sierra Morena. Estos corresponderían a la parte centro-norte de la Zona Centroibérica (Dominio Ollo de Sapo) donde se observa un predominio de la tectónica sinsedimentaria distensiva (Martínez Catalán et al., 2004). Teniendo en cuenta la baja pendiente de las plataformas analizadas, incluso un ligero descenso del nivel del mar asociado a la glaciación Hirnantiense, tuvo como resultado la exposición bajo condiciones subaéreas de las calizas de las formaciones Caliza de Cistoideos y Ojos Negros y de la “Caliza Urbana”. Durante este intervalo las calizas sufrieron los efectos de la erosión y la dolomitización. Debido al ascenso eustático posterior a la glaciación, combinado con el reajuste isostático, se produjo de nuevo la inundación de las plataformas y el depósito de pelitas que incluyen cantos procedentes de la erosión de los materiales previos.
|