Resumen:
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La Fundación Saint-Simon, una asociación a medio camino entre los Think tank anglosajones y los clubes de cooptación franceses, trató, durante sus dieciocho años de existencia (1982-1999), de construir puentes entre políticos de derecha e izquierda moderada, empresarios, intelectuales, académicos e ideólogos políticos. Su objetivo sería un proyecto intelectual de reforma de la sociedad traída por unas elites que pretenden encarnar el bien común, en la línea de lo planteado por Pierre Rosanvallon, uno de sus máximos representantes, en el sentido de que, lo más urgente era producir ideas, elaborar proyectos, formular diagnósticos. Este artículo tiene como principal objetivo ofrecer una visión general de una asociación —con especial incidencia en sus fines, funcionamiento e influencia— que, reagrupando siempre a intelectuales, altos funcionarios e industriales intentó permanecer como un ámbito de iniciativas para formular proyectos orientados a una mejor inteligibilidad de nuestras sociedades contemporáneas. Se trataba de auspiciar un espacio para la elaboración y difusión de nuevas maneras de percibir el mundo social. Y así fue: allí se modelarían visiones compartidas de la sociedad que acabarían por abarcar una gran cantidad de cuestiones, con unas conclusiones que —pese a no ser jamás verificadas científicamente o llevadas al menos a la práctica— acabarán deviniendo en evidencias indiscutibles, en el contexto de una sociedad que se quiere plenamente homogeneizada.
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