Resumen:
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El suelo es el principal recurso del que disponemos para hacer frente a la creciente demanda mundial de alimentos. Las prácticas agrícolas determinan el uso sostenible del suelo para evitar procesos de desertización y aumentar el rendimiento productivo. En distintas parcelas de suelos con prácticas vitivinícolas se han estudiado las principales variables abióticas y bióticas que contribuyen a un aumento en la producción, atendiendo a los principales estados fisiológicos de la vid. En este estudio se ha determinado la Capacidad de Campo, cuyos valores oscilan entre 42,09 y 165,90 ml H2O/kg de suelo. La medida del pH determina los procesos biogeoquímicos que se cursan en el suelo, en este caso el pH está determinado por presencia de CaCO3, definiendo un suelo fuertemente alcalino. Las actividades fosfatasa y deshidrogenasa son indicadores de la actividad microbiana total del suelo, debido al pH básico, se determinó la actividad enzimática fosfatasa alcalina obteniendo valores de 31,6 mg y 132,9 PNP/kg•h, similares a los encontrados en cultivos de maíz con un pH similar. Los valores obtenidos con la actividad deshidrogenasa están en torno a una media de 44 mg INTF/kg•h, muy superior a la actividad en otros suelos agrícolas. Se ha observado una predominancia de microorganismos viables fijadores de nitrógeno alcanzando el 43% de presencia en el estado fisiológico de Lloro. El SIR durante la fase de Reposo se correlaciona linealmente con el recuento microbiano de heterótrofos (Coef. correlación=0,87). El estado fisiológico de Reposo es el que presenta mayor biodiversidad (Índice de Shannon) edáfica.
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