Resumen:
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El Lince ibérico (Lynx pardinus) es hoy una de las especies más amenazadas de la Península Ibérica, de la que es endémica y por tanto única en el planeta. Por este motivo, el seguimiento de sus poblaciones se hace de manera sistemática y precisa para a) conocer su tendencia poblacional y b) adoptar, en consecuencia, las medidas de gestión que garanticen que se alcanza un estado de conservación aceptable. Además es una especie considerada “prioritaria” por la Directiva 92/43/CEE, de Hábitat, e incluida en los anejos II y V de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) ha estado históricamente dentro del área de distribución natural de Lynx pardinus, aunque en el año 2006 se dio por extinguido en su territorio. No obstante, en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas la incluye en un pequeño enclave en el Suroeste de la Comunidad. Sin embargo los avistamientos de ejemplares de esta especie han sido constantes en su territorio, y no sólo en el área incluida en este Catálogo Regional. Durante 2015 y 2016 se ha realizado un muestreo sistemático del área en que se ha tenido constancia de los avistamientos en la última década, que comprende el territorio al Oeste de la N-I y la N-III, con un total de 21 transectos por terrenos de titularidad pública de unos 5 Km, realizados (13 en 2015 y 21 en 2016) en dos estaciones anuales (primavera y otoño), cuyos resultados han sido la recogida de 84 muestras en 17 de esos transectos, de las que han resultado positivas al análisis de ADN un total de 44. En 4 de los transectos repetidos hay muestras positivas ambos años, lo que podría ser indicio de permanencia en la zona.
Durante estos dos años hemos recogido algunos testimonios más de observaciones de lince, algunos en fincas privadas. Trabajar con muestras de excrementos recolectados en el campo es un reto para la aplicación de técnicas genéticas, pues la fuente de ADN son las células epiteliales presentes en la fina película que los recubre. Después de ser depositadas los excrementos sufren un rápido deterioro por la exposición a las inclemencias del tiempo, razón por la cual no se han recogido otros excrementos que eran susceptibles de pertenecer a la especie, salvo en los 14 transectos que fueron usados para estimar la población. Los análisis de ADN realizados han sido corroborados por dos laboratorios ajenos, el del IREC-CSIC, en Ciudad Real, y el de la empresa Genyca Innova, en Madrid. La técnica de detección de ADN de lince ha sido mejorada mediante dos procedimientos: a) la técnica de PCR anidada que, manteniendo la especifidad, amplifica la respuesta, de modo que resulta más evidente el resultado, sea positivo o negativo; y b) detección de SNPs específicos de lince mediante la técnica de SNapShot?, utilizando marcaje fluorescente. Esta última técnica es altamente específica, eficiente y repetible, y asiduamente usada en análisis forenses. Se han iniciado estudios genéticos de microsatélites para individualizar las muestras de modo que se dispone de una técnica que permite distinguir un individuo de otro. En primer lugar se utilizaron 3 muestras frescas facilitadas por el Centro de Cría en Cautividad del Acebuche, de Doñana, y otras 2 recogidas en Andújar. La técnica permitió identificar individualmente los cinco individuos. Aplicada esta técnica a las muestras recogidas en Madrid no se obtuvieron resultados debido a la degradación de las muestras. Por esta razón se ha ensayado una estrategia consistente en realizar una primera amplificación múltiple con los cebadores sin marcar, seguida de amplificaciones individuales de cada microsatélite con cebadores marcados. Los resultados tampoco fueron satisfactorios. En sucesivas campañas modificaremos el método de muestreo para conseguir excrementos más frescos que permitan aplicar esta técnica. También se ha tratado de caracterizar el hábitat que usa el lince en el área de estudio. Así se tomaron un conjunto de variables a lo largo de los transectos realizados, cruzando sus valores con la presencia de lince. La variable que mejor correlación muestra es la ‘cobertura de matorral menor de 50 cm de altura’. Las otras variables que resultaron ser estadísticamente significativas muestran la preferencia de los felinos por espacios heterogéneos, sin predominancia de una formación vegetal concreta. Como resultado podemos resumir que el lince selecciona el hábitat, prefiriendo zonas más cálidas, con contraste moderado entre mínimas y máximas, y con menor precipitación. Asimismo prefiere zonas del territorio poco elevadas, ausentándose de montañas y riscos. En cuanto a la vegetación, prefiere zonas con baja cobertura de herbáceas y tienden a ocupar espacios con coberturas relativamente altas de matorral bajo, confirmando lo hasta ahora conocido.
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