Resumen:
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El análisis de las diagrafias de los sondeos y el apoyo de los datos de superficie, ha permitido la identificación en el subsuelo de un amplio área del centro de la península (la cuenca de Almazan, el sector este de la cuenca del Duero y la parte noroeste de la cuenca del Ebro) de diversas unidades litoestratigraficas, dos de las cuales se atribuyen al permico y diecisiete al triásico. A partir del análisis de las diagrafias se han determinado electrofacies y diversas electrosecuencias para cada unidad. Mediante las interpretación de las electrofacies y electrosecuencias, junto con las tendencias mayores observadas en cada unidad, se ha realizado la interpretación sedimentológica de las mismas. La integración del conjunto de datos obtenidos anteriormente, junto con la interpretación realizada de las líneas sísmicas, ha permitido determinar la existencia, en el subsuelo de la cuenca de Almazan, de un alto estructural para el triasico, cuya presencia aclara las dificultades existentes para establecer correlaciones entre los materiales triasicos de la rama castellana y los de la parte occidental de la rama aragonesa. Durante gran parte del triásico estas áreas se encontrarían aisladas, funcionando como cuencas separadas. La modelizacion del potencial de generación de hidrocarburos de la cuenca, mediante un programa informático, permite la determinación de las curvas de subsidencia tectónica en función de las cuales se establecen tres dominios según el numero de fases de "rift". Por medio del análisis del perfil de variación de la reflectividad de la vitrinita en función de la profundidad se generan distintas geometrias, a partir de las cuales se propone un modelo de cuenca hipertermica
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