Resumen:
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Al inicio del Holoceno se produjo una mejora climática que desencadenó una modificación del ambiente, la flora y la fauna. Los grupos humanos que habitaban la región cantábrica debieron adaptarse unas condiciones diferentes y a un ambiente más parecido al actual en comparación con el que tenían las gentes del Paleolítico superior. Posiblemente estos cambios ambientales favorecieron el desarrollo de la última gran cultura de los cazadores de Europa occidental, el Aziliense, y los complejos tecnoculturales del Mesolítico. Los fósiles humanos correspondientes a este periodo no son muy numerosos en Europa occidental, y en especial en España, si bien en los últimos años se han hallado en varias cuevas de la región cantábrica restos humanos, algunos en sepulturas y otros aislados, que han sido bien documentados y datados por 14C sobre los que hemos centrado nuestro trabajo. A partir de los fósiles mesolíticos de las cuevas de Los Canes, La Poza l’Egua, Colomba, Tito Bustillo, Cuartamentero y El Mazo se ha realizado un estudio antropológico completo, valorando su estado de conservación, estimando el NMI, la edad al fallecimiento y el sexo de los mismos. También se describieron detalladamente los fósiles, se registraron las medidas antropométricas y caracteres discretos del esqueleto craneal e infracraneal, se valoró la posibilidad de parentesco biológico entre algunos de los fósiles, y se llevó a cabo el estudio de los indicios paleopatológicos que presentaban los individuos, y su comparación con otros del Mesolítico y del Paleolítico superior final. También se estudiaron mediante la técnica de la Arqueotanatología las tres estructuras mesolíticas mejor conservadas de Los Canes y la de Tito Bustillo...
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