Resumen:
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La crisis sanitaria global, que fue originada por el coronavirus SARS-Cov-2 a finales de 2019 en China deja, por ahora, muchas incertidumbres y pocas certezas. Entre estas últimas están la transversalidad y la enorme magnitud del impacto que este episodio tendrá sobre nuestras costumbres, presentes y futuras. Una perspectiva comparada nos permite identificar el principal instrumento que se viene aplicando en la totalidad de los países afectados, una vez los contagios –locales- se hacen más evidentes: el confinamiento total/parcial de la población y su aislamiento social con el objetivo de ralentizar, en la medida de lo posible, la transmisión del virus; esto es, hacer descender el número reproductivo básico de la epidemia. El confinamiento total vigente a la fecha de elaboración de este documento en España (7 de abril de 2020) habría conseguido, de acuerdo a Flaxman et al. (2020), hacer descender este número a la mitad, según se puede observar en el siguiente gráfico, mientras que medidas parciales tales como la distancia social o el cierre de colegios no parecen haber sido tan efectivas.
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