Resumen:
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La biodiversidad está en declive mundialmente y los anfibios no son una excepción (Collins & Storfer 2003; McCallum 2007). Especialmente alarmante es el declive en áreas bien protegidas, donde su desaparición debería haber sido mucho menor (Stuart 2004; Lips et al. 2005). Una de estas paradojas sucede en el área montañosa del Macizo de Peñalara (dentro el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en Madrid, España). Por una parte, la población del sapo partero común, Alytes obstetricans, Laurenti 1768, disminuyó tras la introducción del hongo patógeno quitridio Batrachochytrium dendrobatidis, Longcore, Pessier y Nichols 1999, responsable de la quitrimiomicosis. Por otra parte, la población de rana patilarga, Rana iberica, descrito por Boulenger en 1879, entró en declive tras la introducción en los arroyos del Macizo para la pesca deportiva de dos salmónidos: el salvelino, Salvelinus fontinalis, Mitchill 1814, especie alóctona; y la trucha común, Salmo trutta, especie descrita por Linneo en 1758 e autóctona pero cuya distribución en el Macizo estaba limitada (Bosch et al. 2001, 2006b). La dramática situación de ambas poblaciones de anfibios hizo patente la necesidad de comenzar un programa de cría en cautividad de ambas especies con el fin de producir ejemplares para reintroducir en el Macizo de Peñalara...
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