Título: | Complete number 14 : Número 14 completo |
Autores: | Blázquez Martínez, José María ; González Blanco, Antonino ; González Fernández, Rafael |
Tipo de documento: | texto impreso |
Editorial: | Ediciones de la Universidad de Murcia (Editum), 1997-05-21 |
Dimensiones: | application/pdf |
Nota general: |
Antigüedad y Cristianismo; No. 14 (1997): Tradition in Late Antiquity; 706 páginas Antigüedad y Cristianismo; Núm. 14 (1997): La tradición en la Antigüedad Tardía; 706 páginas Antigüedad y Cristianismo; No 14 (1997): Tradition dans l'Antiquité tardive; 706 páginas 1989-6182 0214-7165 Derechos de autor 1997 Antigüedad y Cristianismo |
Idiomas: | Español |
Palabras clave: | Número Completo |
Resumen: |
Man lives by habits. His instruction upon arriving in this world consists of habits, the teaching of language is equivalent to acquiring a series of habits with which to interact with others. The way we dress and act consists of adapting ourselves to habits that are common in our cultural circles. That is why tradition is the key element in the configuration of social groups, cultures and ways of life. And this is perfectly conscious in the life of groups and individuals since our behavior is habitual in a percentage that borders one hundred percent of our movements. And not only do we know it, we are also aware of the importance that this has in our life, for this reason we have made the survival in such a cultural system one of the definitive values of our existence: in religion, in morals, in work, and in leisure and fun we are all struck by what we have experienced as children and the system in which we have been brought up. It has been necessary to reach the communications system that the second half of the 20th century has brought us so that we have been able to capture the richness of other forms of life different from ours. El hombre vive de hábitos. Su instrucción al llegar a este mundo consiste en hábitos, la enseñanza del lenguaje equivale a adquirir una serie de hábitos con los que interrelacionarnos con los demás. La forma de vestir y de actuar consiste en adecuamos a unos hábitos que son usuales en nuestros círculos culturales. Por eso la tradición es el elemento clave en la configu- ración de grupos sociales, de culturas y de formas de vida. Y esto es perfectamente consciente en la vida de los grupos y en la de los individuos ya que nuestro comportamiento es habitual en un porcentaje que raya el cien por cien de nuestros movimientos. Y no sólo lo sabemos, también somos conscientes de la importancia que ello tiene en nuestra vida, por ello hemos constituido la pervivencia en tal sistema cultural en uno de los valores definitivos de nuestro existir: en religión, en moral, en trabajo, y en ocio y diversión a todos nos llama la atención lo que hemos vivido de pequeños y el sistema en el que hemos sido educados. Ha hecho falta llegar al sistema de comunicaciones que nos ha traído la segunda mitad del siglo XX para que hayamos podido captar la riqueza de otras formas de vida diferentes de la nuestra. |
En línea: | https://revistas.um.es/ayc/article/view/379561 |
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