Resumen:
|
En los últimos años se ha puesto de manifiesto la falta de interés de los alumnos europeos por las ciencias y, en concreto en España, se han obtenido resultados muy bajos en la resolución de problemas y en la competencia científica. La investigación realizada sugiere cambios hacia metodologías indagativas o inductivos que han resultado ser efectivos para construir aprendizaje significativo en los alumnos y generar actitudes positivas hacia la ciencia (Abd-El-Khalick et al, 2004; Rocard et al, 2007). Entre estos métodos, algunos autores han argumentado que la educación basada en problemas puede ser particularmente útil para el aprendizaje efectivo y permanente de los alumnos (Pease & Kuhn, 2011). Hay varias formas de poner en práctica el aprendizaje basado en problemas en el aula, este trabajo implementa una de ellas que está basada en la Metodología de Resolución de Problemas por Investigación (MRPI) de Gil & Martínez-Torregrosa (1983) que pone el énfasis en la resolución de problemas, tanto de lápiz y papel como de tipo experimental. Consiste en cinco fases o procedimientos metodológicos que se corresponden con las cinco dimensiones de la competencia científica o dimensiones competenciales (DC1: Análisis cualitativo del problema; DC2: Emisión de hipótesis; DC3: Diseño de la estrategia de resolución; DC4: Resolución; DC5: Análisis de los resultados). Esta metodología incluye la naturaleza cíclica del proceso de resolución de problemas, en la que la revisión de los enfoques anteriores y la construcción de los conocimientos nuevos generan la base para la formulación de nuevos desafíos y problemas. Como método de enseñanza, la MRPI considera el aprendizaje como construcción del conocimiento teniendo en cuenta los conocimientos previos de los alumnos y sus concepciones alternativas. El trabajo en el aula se lleva a cabo en pequeños grupos cooperativos que fomentan el aprendizaje significativo por medio de materiales contextualizados que aumentan la motivación y autoconfianza, que proporcionan destrezas de razonamiento críticas y que mejoran la actitud hacia la ciencia. Varios estudios y tesis han dado validez a este método de enseñanza (Varela, 1994; Ibáñez, 2003; Ibáñez & Martínez Aznar, 2005; Pavón Martínez & Martínez Aznar, 2014)...
|