Resumen:
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La fisura anatómica hace alusión a un problema: aparece una grieta en un sistema que debiera mostrar cierta solidez, el de los Programas de Educación Artística Universitaria en la primera década del siglo XXI. Parece una obviedad decir que el principal objeto de estudio para el arte ha sido la imagen del cuerpo humano, pero no por obvio está lo suficientemente presente, en toda su extensión, en las aulas de las facultades de Bellas Artes. La búsqueda ciega de la “actualidad” parece imponer una suerte de tierra quemada sobre cualquier tipo de tradición que vaya más allá de dos generaciones. La crítica y el mercado artístico tienen mucha responsabilidad en este estado de cosas. Pero si en los aspectos sociales, el mercado es el que manda, no debería ser así en el territorio de la enseñanza y la investigación artística, hecha por artistas y para artistas. Aún en la más radical de las vanguardias, el cuerpo humano ha sido “actor e intérprete” y hasta en los movimientos más alejados de la representación, como el movimiento abstracto por ejemplo, subyace una voluntad retiniana, estésica y gestual que conecta con la corporalidad del receptor. Luego, de una forma directa o presente (perfomances, acciones, happenings) o formalizada por medio de la pauta descriptiva de sus representaciones (dibujos, esculturas, pinturas) o por alusiones simbólicas (abstracciones e instalaciones), el trabajo con el cuerpo en el arte constituye una constante y, por ello, es un tema del que hay que saber cosas y éstas no sólo han de provenir del campo artístico, sino que han de ser fertilizadas por áreas del conocimiento humanístico y científico que se ocupen bajo sus propias ópticas de esta unitas multiplex que constituye el cuerpo humano.
Organizaremos el capítulo como una carpeta de trabajo, es decir, un material que consta de referencias teóricas, textos o citas y ejemplos que de, alguna forma, constituyen un pequeño catálogo de artistas y obras visuales. Como carpeta de trabajo, su estructura es abierta, ampliable, rectificable y mejorable. Su objetivo no es otro que el de estimular el pensamiento y la controversia. Si esto se consigue, daré por bueno su contenido
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