Resumen:
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Las Relaciones Públicas, como ya afirmamos en otros lugares, forman parte de ese gran conjunto de saberes que se aglutinan en lo que ha dado en llamarse Comunicología o Ciencia de la Comunicación; ahora bien, en qué consiste su especialidad o dicho de otro modo, qué justifica su autonomía en el amplio panorama de perspectivas desde las que cabe estudiare la comunicación humana. La pregunta no es fácil de responder, ya que existe una pluralidad de respuestas, cada una de las cuales tiene la virtud de incardinar su estudio en uno u otro de los dos grandes miembros en que desde Dilthey hasta hoy se clasifican las ciencias: ¿Ciencia natural o ciencia cultural? El estudio que resumimos parte de una perspectiva que las integra en el ámbito de las ciencias culturales o del espíritu y para ello, procede metodológicamente al modo de las ciencias formales, esto es, estableciendo un apriorismo lógico cuyo desarrollo estrictamente formal, hace posible una construcción rigurosa de cada una de sus proposiciones hasta alcanzar las conclusiones que verifican las hipótesis iniciales, esto es, su conversión en tesis. El hecho de que este trabajo declare su propósito de moverse en ámbitos estrictamente lógico-formales, no implica en absoluto que ignore el ingrediente esencial constitutivo que consideramos la razón de ser de la propia disciplina, sin el cual ésta carecería de legitimación para constituir un saber propio e independiente: dar respuesta a la responsabilidad social de las organizaciones, de ahí que se afronte su estudio desde una perspectiva tan aparentemente alejada de los enfoques al uso. En todo caso, conviene que las conclusiones alcanzadas exigirán su validación en la práctica, ya que no podemos olvidar que las Relaciones Públicas son eminentemente de esta naturaleza.
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