Resumen:
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Los sedimentos de facies Buntsandstein del Umbral de Ateca se depositaron en un medio de transición, en áreas intra y supramareales, dentro de un sistema deltaico dominado por procesos de "crevassing". En base a los datos de campo y también a parte de los petrológicos cabe, además, la interpretación, menos probable, de que el medio sedimentario fuera lacustre salobre y esporádicamente evaporítico, donde la sedimentación se realizará, fundamentalmente, a partir de flujos gravitatorios de elevada densidad. Los cuerpos arenosos son arcosas y subarcosas ricas en materia orgánica presentando, asociadas a la misma, una serie de concreciones (microgeodas) originadas posiblemente por acción bacteriana y de hongos. También son frecuentes las rizocreciones y otras marcas de carácter edáfico. Los cementos más significativos y abundantes y su secuencia de formación serían: óxidos de Fe y Mn, calcita, feldespato potásico, siderita, calcita ferrosa, anhidrita, dolomita, baritina, calcita y caolinita. Este tipo de secuencia de cementación no se parece a la encontrada en los sedimentos del Buntsandstein de áreas próximas en la Cordillera Ibérica y es bastante similar al encontrado por CASTELLTORT et al. (1987). en las areniscas de facies evaporíticas (sabkha costera), del Muschelkalk Medio de los Catalánides. Este hecho nos confirma la idea que por datos sedimentológicos de campo se había deducido, respecto a su ambiente de sedimentación y a su posible equivalencia lateral con el Muschelkalk Inferior y Medio de la Cordillera Ibérica en su extremo oriental y de los Catalánides. De la tipología de los granos de cuarzo y de la composición de las areniscas se deduce que las áreas fuentes eran los gneises del Macizo Hespérico, al igual que para el Buntsandstein de áreas próximas (ARRIBAS et al., 1985), con influencia menos marcada de áreas metamórficas de bajo grado, al menos en los sedimentos arenosos.
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