Resumen:
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Entre los procesos del trabajo bibliotecario tradicional, se incluyen algunas operaciones que suponen la inscripción, etiquetado y sellado de los objetos de las colecciones, para su identificación y marcado de propiedad. Muchos de los ejemplares que han llegado a formar parte del Patrimonio Bibliográfico y Documental, presentan inscripciones y sellos de los distintos poseedores a lo largo de la vida del objeto, lo cual ha sido útil para su descripción pero al mismo tiempo ha alterado la integridad estética y física del bien, ahora considerado patrimonial. Por otro lado, la necesidad de su localización cuando formaban parte de colecciones de préstamo ordinario, ha requerido el uso de etiquetas adheridas sobre el lomo de la encuadernación que muchas veces han sido reforzadas con cintas autoadhesivas –una o varias-, alterando la cubierta. Una vez que los ejemplares han pasado a ser una colección de reserva, de uso restringido, lo cual se refuerza con su inclusión en el grupo de obras digitalizadas, hace que deban replantearse las operaciones implicadas en el procesado de las obras. En este sentido, el hecho de la restricción del uso, permite utilizar algunos procedimientos en adelante expuestos, que serían bastante incómodos en colecciones con préstamos frecuentes.
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