Resumen:
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El presente estudio quiere demostrar la existencia de un 98 jurídico, desde una triple perspectiva de crisis: la herencia política decimonónica, la del momento histórico en que confluye en torno al desastre del 98, sin olvidar el contexto europeo en elq ue se produce, que sirven de pretexto para derivar la continuación de la crisis del Estado por extensión, salvo momentos excepcionales de convivencia, armonía y progreso. Costa es la vez que testinomino de estos momentos históricos un precursor de los nuevos tiempo. Sin entrar en la modernización e industrialización, europeización, universalización y otros logros actuales esta tesis quiere remitirse al fondo filosófico, a las raíces doctrinales (Heinrich Ahrens, Francisco Giner, Rafael Altamira, Sánchez de Toca, la incidencia del Krausopositivismo o la influencia de Tiberghien) que buscan un concepto de Estado fuerte, fundamentalmente unitario base de la constitución externa e interna del país, en el que historia como filosofía ética y continuidad se combinan con un ideal de construcción, de acción, sustentada en una estructura orgánica, logrando que se correspondan patriotismo, Estado-nación, y sentido del derecho como factores claves de la convivencia, la justicia y el orden. Para lograrlo solo cabe la posibilidad del cumplimiento de la ley por el Estado y la obligación de hacerla cumplir sobre la base de necesidades colectivas, sin que la libertad individual se vea perjudicada, debe remitirse a una idea superior de solidaridad y de nación (no de región o autonomía), y tal cumplimiento solo es posible por medio de una democracia social, un deseo regenerador, en una autoridad fuerte, externa al derecho, ya que éste por si mismo no refleja sino una capacidad teorética, así se establece el derecho de tutela, que puede llegar a la dictadura, cuando la democracia es engañosa, caciquil, oligárquica o no cumple con los objetivos para los que fue creada. La democraciano es, de este modo, necesariamente el Estado de Derecho. La reivindicación del ideal de justicia para una aplicación ética del derecho culturalmente se encuentra en la cultura, historia y literatura tradicional española: El Cid de la Jura de Santa Gadea; El Alcalde de Zalamea, Fuenteovejuna en una defensa del derecho natural, que combina la tradición jurídica española con el filosofismo y el historicismo europeos de raíz germánica. El método para llegar a la concepción del Estado contemporáneo ha pasado primero por el análisis intelectual de la crisis, la dimensión filosófico-jurídica y la política. No es el espíritu d eOligarquía y caciquismo solamente es la preocupación por la ausencia de una idea de derecho que realmente proteja al trabajdor, al nacional o al forastero nacionalismo frente a los poderes fácticos; empresarios, clases dirigentes y políticos sin escrúpulos que convierten a la democracia en un fin en si mismo, en palabras de Ortega en algo morboso. La historia y la filosofía del derecho son elementos procedentes del vivir y espiritualidad de los pueblos, la memoria es tan imprescindible para el derecho como su propia formulación ética.
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