Resumen:
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Joaquín Turina fue un músico andaluz polifacético de la llamada Generación de los Maestros: compositor, pianista, profesor, musicólogo y crítico, consiguió labrarse una posición importante en el panorama musical de las primeras décadas del siglo XX, dentro del conocido como nacionalismo musical español. La importancia de su figura se sustentó en el éxito obtenido como compositor y en el cargo que ostentó durante la dictadura franquista al frente de la Comisaría General de la Música. Sin embargo, la permanente comparativa con su gran amigo Manuel de Falla (con quien mantuvo una trayectoria en muchos puntos paralela) y, sobre todo, la postura política que se dedujo de su papel activo en las instituciones musicales franquistas (1940–45) no benefició al músico tras la instauración de la democracia, contribuyendo desde entonces al injusto tratamiento y valoración de su figura y obra. De las cuatro etapas que podemos diferenciar en la vida de Turina, es precisamente el periodo de formación en París (1905–1913) el que resulta más interesante: no sólo por la laguna que supone a día de hoy (pues la falta de información ha tendido, por lo general, a que las principales monografías aborden estos años del músico de manera sucinta), sino porque en estos años es cuando se gesta su lenguaje musical, a partir de la fusión de influencias y experiencias musicales que posteriormente desarrollará en su lenguaje maduro. Todos los escritos carecen de un estudio de la Schola Cantorum o su organización y de las influencias que verdaderamente esta institución ejerció sobre el músico. Tampoco se hacen eco de la música que le rodeó durante estos años parisinos, asumiendo que esta fue esencialmente scholista, y tienden a conectar al sevillano con Albéniz únicamente por el histórico encuentro que se llevó a cabo entre ambos. Los escritos no aluden a los intérpretes que contribuyeron a la difusión de las creaciones del sevillano, siendo algunos de ellos scholistas y otros alejados de la institución (hoy en día incluso olvidados en los diccionarios musicales de mayor renombre). Y, unido a estas lagunas, las más de ochocientas críticas escritas por el sevillano no han tenido, hasta de día de hoy, un estudio profundo; hecho que también se traslada a su producción compositiva...
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