Resumen:
|
El crecimiento del feto depende, en gran medida, de un óptimo estado nutricional materno y un correcto desarrollo placentario, siendo estos dos factores agentes limitantes de su potencial genético. Una pauta alimentaria incorrecta o deficiente durante la gestación puede predisponer al desarrollo de ciertas complicaciones médicas a corto y/o largo plazo, tanto en la madre como en su descendencia. Entre las complicaciones fetales que aparecen con más frecuencia destaca el llamado Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR), que se basa en una reducción del desarrollo fetal dando lugar a individuos con bajo peso y con alteraciones funcionales y/o en el tamaño de sus órganos al nacimiento. Esta desproporción suele estar asociada a cambios en determinados órganos, como el cerebro, hígado o páncreas, que pueden predisponerles a desarrollar ciertas enfermedades en edad adulta. La etiología del CIR es multifactorial, si bien la nutrición materna juega un papel fundamental. Pautas alimentarias incorrectas durante la gestación, tales como la alteración en los componentes de la dieta o la restricción de determinados nutrientes pueden afectar la funcionalidad de la placenta y, por tanto, la cantidad de alimento y oxígeno que llegan al feto en desarrollo. En el caso de la restricción alimentaria, estos posibles cambios dependerán, en gran medida, de la intensidad, del periodo de exposición y del tipo de restricción...
|