Resumen:
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Desde la segunda mitad del siglo XX, se ha podido observar una disminución constante y progresiva en el número de abejas. Estos insectos cumplen múltiples y valiosas funciones, entre las que destaca su labor como polinizadores o el mantenimiento de la biodiversidad de todo el planeta. Además de las repercusiones negativas sobre el sector apícola, las consecuencias de estas pérdidas tienen un alcance mundial, en tanto que la conservación de los polinizadores constituye un factor clave para la agricultura, la producción alimentaria, la sostenibilidad medio ambiental y los ecosistemas.Existen numerosos factores involucrados en estas pérdidas, entre los que destacan los contaminantes ambientales, los patógenos, los agentes fitosanitarios, las especies invasoras o el cambio climático. Aunque la importancia relativa de cada uno de estos factores continúa siendo una incógnita, en los últimos años se ha demostrado que los patógenos, así como las condiciones medio ambientales y el sistema inmunitario de las abejas, son elementos determinantes para las colmenas. Dentro de los patógenos implicados en estas pérdidas, destacan el ácaro Varroa destructor y el virus de las alas deformadas (DWV)...
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