Resumen:
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Cerca del borde del piedemonte norte de la Sierra de Guadarrama (comarca de Pedraza, provincia de Segovia) existe un conjunto de formas erosivas en cárcavas bien definidas, desarrolladas sobre arenas silíceas del Cretácico Superior. En este trabajo se analiza la evolución geomorfológica en tiempos históricos recientes de esas cárcavas, realizada a través del análisis de diferentes fuentes documentales. Dicho trabajo ha revelado la escasez de datos y referencias históricas a estas formas del terreno. Los mejores resultados se han conseguido a partir de secuencias fotográficas de campo y de fotografías aéreas verticales de distintas fechas. La evolución geomorfológica experimentada por estas cárcavas a lo largo de los últimos sesenta años, establecida mediante el estudio comparativo de fotografías aéreas verticales de distintos años, ha puesto de manifiesto un retroceso de los bordes de las cárcavas, y por tanto un aumento de la superficie ocupada por sus cabeceras. En concreto, se han obtenido tasas máximas de retroceso de hasta 0,78 m/año. Ese retroceso ocurre sobre todo por procesos gravitacionales (caídas, deslizamientos y flujos), y en menor medida por erosión hídrica en surcos y regueros. Estos procesos coexisten con la colonización de la vegetación en el interior de las cárcavas, sobre todo arbórea y arbustiva. El aumento espontáneo de la cubierta vegetal que se ha registrado supera, en ocasiones, el 50% de su superficie; dicha colonización contribuye a la estabilidad geomorfológica de algunos sectores del interior de las cárcavas, al disminuir la actividad erosiva sobre sus paredes. Sobre el origen incierto de estas formas erosivas, se confirma, su relación con fenómenos inducidos por el hombre; sin embargo, no se ha podido constatar para todas ellas como causa única y común.
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