Resumen:
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La distribución, la gestión, el diseño y la planificación del territorio y sus recursos, tal y como se ha planteado hasta ahora por los arquitectos, agrónomos, ingenieros, geógrafos y urbanistas, se viene realizando históricamente desde una perspectiva aislada e individualizada de cada materia, sin que dialoguen entre ellas ni con los principales agentes implicados: los propios habitantes humanos y no-humanos de los lugares. Desde hace muy poco, estamos empezando a entender que todos estos campos de intervención sobre el paisaje deben de trabajar conjuntamente de un modo necesariamente holístico junto con los científicos, biólogos y especialistas en la naturaleza, a los que habría que añadir, los de las distintas disciplinas artístico-creativas, porque en cuanto al planeta Tierra se refiere, hoy ya sabemos, que el todo es algo más complejo que sus partes aisladas.A lo largo de esta investigación hemos encontrado gran diversidad de estrategias artísticas en torno a la naturaleza que reclaman la participación del arte en la construcción de la sociedad y en la producción del espacio-naturaleza. Muchos artistas ponen en práctica estrategias de arte crítico, ético y político comprometido con la sociedad de nuestro tiempo. Para ello, las obras de arte críticas actuales se presentan ampliadas en formato de proyecto cultural, expandiéndolas más allá del objeto artístico exclusivo del mercado y de la alta cultura. Las nuevas estrategias artísticas en torno a la naturaleza son heterogéneas, multidisciplinares, híbridas y poliédricas, tanto en las metodologías y procesos creativos como en los formatos y materializaciones de las obras, en claro paralelismo a la problemática de las relaciones que abarcan: memoria y paisaje, sociedad postindustrial y medioambiente, tecnociencia y cambio climático, ideología identitaria y territorio geopolítico, ciencia y universo, el eterno dualismo sujeto-objeto o, en definitiva, la compleja experiencia de la configuración espacio-tiempo contemporánea. Tras realizar un exhaustivo viaje de exploración panorámico a través de ellas esta tesis doctoral se vertebra en base a tres líneas de investigación: la historia, la antropología y la ciencia como tres modos de conocimiento de nuestro mundo y que corresponden a su vez, respectivamente, a las líneas de investigación artística de los tres casos de estudio principales: Neukom Vivarium, 2006, de Mark Dion; Ir. T. n. 513 zuloa. Repertory Extended, 2003-08, de Ibon Aranberri, y The Weather Project, 2003, de Olafur Eliasson. La tesis profundiza en estas complejas estrategias proponiendo las distintas interpretaciones que le sugieren los casos de estudio, a través de tres grandes nexos discursivos comunes que de algún modo los cohesionan: El primero, y el que motiva el título de la tesis: La temporalización del espacio, el interés que tienen estas estrategias por considerar la dimensión temporal como un fenómeno indivisible del espacio, dando cabida al estudio de las obras desde las prácticas de la memoria como la arqueología, la crítica política, las ciencias físicas o la fenomenología de la percepción. El segundo, la persistencia por descifrar y resignificar el concepto o idea del espacio-naturaleza y sus distintas acepciones simbólicas en la cultura contemporánea, así como todos sus arquetipos: árboles de la vida, cuevas primigenias o sublimes puestas de sol. Y el tercero, los artistas contemporáneos, sin ser explícitamente activistas defienden una actitud ético-crítica firme hacia los sistemas políticos y económicos hegemónicos y sus comportamientos hacia el territorio; porque poseen la férrea convicción de que es necesario proponer un nuevo sistema de valores éticos para erradicar definitivamente las viejas ideas antropocéntricas y las estrategias económicas y políticas: colonialismo, imperialismo, tecnocracia, globalización, centrismo occidental, etc., que permiten la explotación del mundo y sus limitados recursos, exclusivamente en términos materiallistas.
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