Resumen:
|
La integración financiera permite a los inversores mayores posibilidades de inversión con la consiguiente mejora de las opciones en la distribución y la diversificación del riesgo, y es, sin duda, un factor importante para la mejora de la disciplina de mercado y para la adopción de buenas prácticas reconocidas a escala internacional. Por esta razón cualquier órgano supervisor, sea banco central o agencia especializada, aspira la existencia de un sistema financiero sólido y bien integrado, dado que ello facilita el desarrollo de la política monetaria y la compostura a las eventuales perturbaciones financieras. En la eurozona hay una gran tensión por la existencia de ciertos círculos desean fervientemente armonizar y centralizar la supervisión dotando de más poderes al Banco Central Europeo (BCE). Pero al mismo tiempo, la crisis ha mostrado que sólo los Estados nación son capaces de efectuar una acción decidida respaldada por suficiente dinero para recapitalizar una institución financiera fallida. Han sobrado en los últimos tiempos en Europa experiencias varias en la creación de estructuras complejas y múltiples para discutir temas relacionados con la regulación y la supervisión financiera. Por esa razón es preciso superar una organización excesivamente complicada, compuesta por demasiados foros y grupos, en la que no quedan claramente definidas las responsabilidades, o en la que éstas se solapen con las de otros organismos existentes. La refundación del sistema financiero internacional, a la que aspira la propia Unión, implica también la creación de un sistema de alerta temprana que evite otro descalabro económico como el actual. Un sistema que tenga en cuenta la necesidad de un mercado regulado, un mercado al servicio del desarrollo, al servicio de la sociedad y, en fin, al servicio de todos los ciudadanos comunitarios. La última crisis ha evidenciado, en efecto, dos importantes lecciones: que no volverá a haber fe ciega en la absoluta racionalidad del mercado libre y que no puede prescindirse de la intervención de los gobiernos para que los mercados funcionen con normalidad.
|