Resumen:
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Aunque una parte de la doctrina politológica insiste en que no puede hablarse de crisis del sistema de partidos en América Latina, la realidad cotidiana desmiente ese aserto. Como muestran los casos emblemáticos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina o Perú, los escenarios electorales indican una gran movilidad e incertidumbre. La crisis de representación señala la discordancia entre un Estado históricamente débil y reforzado como aparato de clase durante la etapa neoliberal, y nuevas exigencias populares de transformaciones económicas, culturales, normativas y políticas. En este contexto, la pregunta sobre el instrumento político adecuado cobra nueva relevancia, especialmente ante la propuesta venezolana de crear un partido unido que reúna las fuerzas políticas y sociales comprometidas con el cambio que tiene lugar en el país.
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