Resumen:
|
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica del sistema nervioso central (SNC) en la que participan en distinto grado mecanismos de inflamación, desmielinización, daño axonal, neurodegeneración, gliosis y remielinización. La EM se clasifica en tres formas clínicas predominantes: remitenterecurrente (EMRR), primaria progresiva (EMPP) y secundaria progresiva (EMSP). A día de hoy, en ausencia de un biomarcador específico, el diagnóstico de EM suele retrasarse al requerir la aparición de un segundo brote clínico o una confirmación de diseminación en espacio y tiempo de las lesiones por técnicas de neuroimagen para poder confirmar el diagnóstico. Uno de los mayores retos actuales es identificar biomarcadores capaces de reconocer y predecir el curso de la enfermedad en el paciente individual, que podría permitir el uso de estrategias terapéuticas más personalizadas, sobre todo en el caso de pacientes con formas progresivas, para los que actualmente no hay terapia disponible. Basándonos en resultados previos que nos permitieron definir un panel de 12 analitos con capacidad diagnóstica y pronóstica, hemos llevado a cabo un estudio transversal al inicio de las manifestaciones neurológicas para validar la utilidad clínica del mismo. En el estudio se han identificado y validado una serie de biomarcadores con elevado poder diagnóstico y pronóstico, que proporcionan por un lado una herramienta de utilidad en la práctica clínica habitual, y por otro lado permiten explorar y conocer en mayor profundidad la fisiopatología de la enfermedad y las diferencias entre las fases progresivas y las predominantemente inflamatorias...
|