Resumen:
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Las intervenciones dirigidas a fortalecer los sistemas de salud, en sus distintas tipologías y formas, han demostrado ser una herramienta esencial para mejorar y mantener la salud de la población. A pesar de esto, no está claro qué modelo de sistema de salud es más efectivo o qué organización estructural mejora la gobernanza global del sistema. Las reformas del sector salud basadas en atención primaria de salud (APS) han sido posiblemente las más extendidas de los últimos 30 años. La estrategia de APS se reconoció como el pilar fundamental para la consecución del objetivo de salud para todos en el año 2000, y se centró en dos elementos principales que se añadían al modelo de cuidados: la promoción de la salud basada en la lucha contra los determinantes sociales de la salud, y la descentralización de los servicios de salud asociado a participación comunitaria. Mientras la eficacia de las estrategias basadas en atención primaria ha sido ampliamente demostrada tanto en países de renta alta como en países de bajos recursos, no existe consenso entre los investigadores sobre si la descentralización, de forma aislada, es una reforma que mejora el desempeño de los sistemas de salud o si es una estrategia adecuada para países con bajos recursos. A pesar de ello, la mayor parte de los países africanos se embarcaron en los años 80 en procesos de descentralización a diferentes escalas con el aumentar la sostenibilidad del sistema y mejorar su eficiencia. Aunque las reformas han variado en la magnitud de la reforma, todas ellas han compartido dos elementos: descentralización del sistema de salud y utilización de fondos rotatorios para medicamentos esenciales...
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