Resumen:
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La visibilidad internacional de la que actualmente goza lo flamenco, le otorga una interesante posición estratégica para re-presentar una cuestionable imagen de España y de las relaciones identitarias que en ella tiene lugar, en las que se desata un juego de inclusiones y exclusiones que enfatiza y enaltece a sus productores y consumidores como patrimonio cultural en detrimento de los diversos agentes individuales y grupales de las culturas flamencas. La literatura, el cine, y las representaciones dramáticas y coreográficas respaldadas por políticas públicas y privadas, han dibujado horizontes culturales en los que se asigna agencialidad a las propias formas de vivir, pensar y sentir de los flamencos, así como a otros productores como el territorio, el parentesco o la pertenencia. Esta visión isomorfa establece una obligada correspondencia universalista entre persona-lugar-cultura-identidad, en la que lo flamenco es habitualmente representado como un conjunto de formas culturales relacionadas típicamente con España y los españoles para la construcción de un epónimo; un hecho absolutamente simplificador y no correspondiente con nuestra experiencia de campo. La apropiación y reivindicación del uso exclusivo de lo flamenco como derecho, revestidas de conservación patrimonial e identitaria, y sin conciencia ciudadana al respecto que lo problematice, aniquilan cotidianamente la cultura como conjunto de recursos de uso común de forma naturalizada bajo el manto de la cultura. Frente a esta posición que reconoce el derecho sobre lo tenido y niega el derecho a tener, proponemos facilitar cauces institucionales de restitución cultural centrados en la recuperación de la agencialidad y del empoderamiento ciudadano. Para ello, proponemos un estudio de lo flamenco como un campos social y simbólico en el que, sin obviar el tratamiento de sus dimensiones musicológicas y artísticas, investigamos los procesos de dotación de sentido y valor otorgados a las formas culturales denominadas flamencas desde la perspectiva de la construcción social del conocimiento, y describimos la configuración de múltiples subjetividades que nos permitan conocer la diversidad cultural de los flamencos que conviven en la ciudad de Madrid. Unidos cultura, identidad y derechos, empleamos lo flamenco para pensar sobre cómo vivimos y para quién lo hacemos.
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