Resumen:
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Los sistemas de protección social tienen la función de prestar a las personas que los precisen cuidados de calidad aceptable. El desarrollo de estos sistemas o servicios, tiene como fin general conseguir una reducción significativa del riesgo de pobreza, protegiendo frente a las consecuencias económicas de las contingencias, como principalmente pérdida de la salud, accidentes, jubilación o dependencia. La viabilidad del sistema de protección social, como es el caso de la atención a la dependencia, se ha convertido en un problema de capital importancia, sin duda fruto de distintas causas, pero sobre todo por el envejecimiento que atraviesan los diferentes países. La preocupación por la dependencia se está acelerando en los últimos años desde el inicio de la crisis en 2008, primero financiera y luego económica. El motivo ha sido que las recaudaciones, tanto vía impuestos como vía cotizaciones sociales está cayendo de forma alarmante por la disminución del empleo y sobre todo de los salarios. Es decir, se precisa cada día más gasto social y se puede recaudar cada día menos. Ha sido al concluir la primera década de este siglo cuando Europa se ha visto no sólo obligada a congelar esas políticas, sino a recortar las políticas del bienestar. En Europa se había desarrollado de forma creciente un modelo social que confería identidad propia a la UE frente a terceros. Podría decirse que la actual crisis política del modelo europeo no es ajena a la pérdida del referente de bienestar que le identificaba y diferenciaba del resto del mundo. El texto describe la investigación realizada para conocer y “analizar los métodos de evaluación de la dependencia en los seguros o sistemas de cobertura” de la misma. Es decir, se aborda la cuantificación de: a cuantas personas se dirigen los servicios para la corrección de la falta de autonomía personal...
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