Resumen:
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La presente investigación, Joaquín Nin Castellanos (1879-1949) y su aportación a los retornos musicales en el contexto hispano-francés, cubre el vacío historiográfico existente respecto a la importancia del músico cubano-español a la recuperación del pasado musical a través de su pensamiento y su práctica. Nin realizó una lectura de la historia que tuvo una gran repercusión en su época a diferencia de la que se le ha reconocido hasta ahora, debido a su diversificada labor como musicógrafo, intérprete y compositor. Si bien se ha estudiado recientemente su faceta como creador, además de la realización de la primera biografía del músico, su pensamiento y su labor como intérprete aún están pendientes de un estudio detallado. La cuestión es de especial trascendencia dado que sus ideas novedosas sobre el pasado musical han tenido una importante continuidad en la historiografía hasta épocas recientes. Nin se muestra como una figura distinguida y original, puesto que a su importante labor interpretativa al piano unió una actividad de investigación musicológica de gran calado. Esta dualidad de vertientes lo diferencia de la gran mayoría de intérpretes de su época, como Blanche Selva o Ricardo Viñes, quienes fueron grandes y reconocidos pianistas, pero no desarrollaron su faceta como intelectuales. Este perfil de músico-erudito a su vez lo asemeja a Wanda Landowska, cuyas posturas crecieron rivalizadas desde sus inicios, sin embargo presentan numerosas semejanzas. Es en esta combinación de actividades donde radica una de las principales particularidades del músico cubano-español, cuyas formulaciones punteras nos permiten reivindicar su entrada tanto en los discursos musicológicos como en los debates sobre interpretación. Nin construyó una imagen del pasado musical derivada de la confluencia de dos ambientes musicales, España y Francia. Por una parte, se mostró heredero de la historiografía musical española y continuador de los postulados de Felipe Pedrell, en particular la importancia que concedía el musicólogo al nacionalismo de los siglos XVI y XVIII y la necesidad de su divulgación. Nin fue pionero en la incorporación de la música antigua de tecla española en los debates europeos. No obstante, demostró una visión aperturista de la historia al considerar el estudio de otras escuelas de tecla europeas, cuyo resultado fue un mapa geográfica y cronológicamente más completo de la música antigua. Pese a cultivar un interés y ser defensor del patrimonio hispano, Joaquín Nin reveló una amplitud de miras que iba más allá de la exclusividad patriótica, una visión preferencial pero no exclusivista que lo apartó y lo enfrentó a numerosos intelectuales españoles que siguieron una línea nacionalista tan en boga en la época...
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