Resumen:
|
La sedimentación durante el Jurásico terminal y el Cretácico inferior en la Cuenca de Los Cameros se desarrolla en cuatro Secuencias deposicionales de forma tal que todas comienzan con facies siliciclásticas fluviales y terminan (excepto la IV) con facies calcáreas de origen lacustre. El control tectónico durante la sedimentación es muy claro y se manifiesta de diversas maneras y escalas, pero el control eustático también parece jugar un papel importante. Para estudiar estos factores se ha analizado con detalle una de las etapas lacustres en la cuenca, concretamente la que termina la Secuencia deposicional III (Barremiense - Aptiense), y se ha elegido la franja mas nororiental de la misma. En esta unidad (la Formación Calizas de Leza), y en ese sector, se ha realizado un análisis sedimentológico detallado identificando cuatro grupos de facies que corresponden a la sedimentación en lagos carbonáticos costeros, con etapas de influencia marina neta. También se ha reconstruido la cuenca para la etapa Barremiense - Aptiense, que formaba una gran rampa basculada hacia el NE, en cuyo borde nororiental se desarrollaba la sedimentación lacustre-costera que nos ocupa. La influencia marina proviene del SE, del Tetis, ya que durante esa etapa en el resto de la cuenca Ibérica se produjo la mas importante transgresión del Cretácico inferior en la zona. Por otro lado, la Formación Leza está formada por seis litosomas carbonáticos claramente diferenciados, limitados por paleofracturas que funcionaron durante la sedimentación de la unidad y que fueron fosilizadas posteriormente. El control tectónico está ejercido por una fractura de bajo ángulo en el margen noreste, buzando hacia el sur, que durante la etapa distensiva, de formación de la cuenca, actuó como “detachment” y que durante la etapa de inversión alpina actuó de nuevo originando un cabalgamiento de cerca de 30 km claramente apreciable en los perfiles sísmicos disponibles.
|