Resumen:
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Sobre un zócalo paleozoico fuertemente plegado y erosionado se depositan discordantes series atribuibles al Triásico, en general de poco espesor y que en detalle tienen importantes variaciones de facies y potencia. Se reconocen los tres litotipos clásicos, Buntsandstein, Muschelkalk y Keuper. El Buntsandstein suele comenzar por un conglomerado de poco espesor, a veces brechoide, cuya textura, composición litológica y espesor está regulada por el paleorrelieve infrayacente, constituido por una «penillanura» con valles encajados que se rellenan por aportes con gran influencia local. Sobre estos rellenos se encuentra una serie de materiales detríticos que constituyen una grosera alternancia de areniscas y lutitas, con marcado carácter continental, donde predominan los depósitos fluviales, tanto de canal como de llanura de inundación, siendo asimismo patentes los procesos edáficos. Los últimos metros de este litotipo marcan un tránsito gradual al Muschelkalk, apreciándose en ellos una progresiva influencia marina. El Muschelkalk, de poco espesor (máximo 20 mil presenta muchas variaciones de potencia y distribución, llegando incluso a faltar. Las facies más frecuentes corresponden a depósitos carbonáticos con predominio de dolomías con abundantes estructuras algares, deformaciones y brechas atribuibles a la existencia de evaporitas, así como señales de emersión. En conjunto estos depósitos corresponden a un medio mareal carbonatado. Finalmente el Keuper, también de poco espesor (30-40 m. máximo), está formado por lutitas versicolores con sales dispersas que sólo localmente son abundantes. A techo se encuentran dolomías brechoides (carniolas) en contacto impreciso y a veces mecanizado. Por el momento no existen datos bioestratigráficos detallados de esta zona y las referencias bibliográficas, en base a faunas encontradas en el Muschelkalk, no aportan mayor precisión. Los minerales pesados, mayoritariamente turmalina, zircón y óxidos de titanio, revelan en los tramos basales del Buntsandstein una neta influencia del propio Paleozoico de la Sierra de la Demanda como área fuente, pasándose en la vertical a mezcla con aportes de otras áreas fuente más alejadas, caracterizado por la abundancia de micas y variaciones en la morfología de las turmalinas. El alto contenido en turmalina permite comparar estas series con las del Buntsandstein de áreas próximas, excluyendo provisionalmente la presencia en la base de facies saxonienses, con diferentes espectros mineralógicos.
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