Resumen:
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El estudio sedimentológico al microscopio y en secciones pulidas de las muestras de la unidad de carbonatos laminados (1 a 2 m de espesor), situada a techo de la sucesión miocena, que rellena la cuenca neógena del Guadiana, revela que posee notables singularidades. La laminación se aprecia en muestra de mano y resulta de una alternancia de niveles masivos y laminados. En lámina delgada los niveles masivos constan de partículas intraclásticas, ooidales y peletoidales, mientras que los laminados presentan una alternancia de láminas claras y oscuras suavemente onduladas. Dentro de éstas y, en menor medida, en los niveles masivos pueden reconocerse: (a) numerosos vestigios de filamentos algales, (b) abundantes restos de caráceas, (e) pequeñas cavidades de unas 250 micras de diámetro, generalmente agrupadas, y otras mayores que contienen pellets, apareciendo ambos tipos en relación con bioturbación; (e) prismas dispersos de calcita semejantes a Microcodium, y (e) agrupaciones de cristales trapezoédricos de calcita de secciones rómbicas y lenticulares que son más abundantes en los niveles masivos. La interpretación sedimentológica de estos depósitos refiere una sedimentación en áreas encharcadas con oscilaciones periódicas del nivel del agua. Los niveles laminados, de naturaleza estromatolítica, corresponden a las etapas más secas y se forman bajo láminas de agua en ambientes tranquilos, mientras que los niveles masivos responden a un mayor influjo de agua a la cuenca que supone condiciones de energía más alta capaces de removilizar el material fragmentado por desecación en las etapas secas. La actividad vital de insectos Quironómidos produjo dos tipos de bioturbación: pequeñas cavidades arracimadas que corresponden a las puestas y eclosión de huevos y galerías mayores parcialmente rellenas por pellets fecales que registran la actividad minadora de las larvas.
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