Resumen:
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La irrupción en 2007 del cambio climático en el debate público ha venido acompañada de un nuevo marco comunicativo en el ámbito empresarial, la Responsabilidad Social Corporativa, donde la gran empresa se ubica a sí misma como agente clave a la hora de afrontar el reto que supone el calentamiento global. Pero la perspectiva propositiva de este agente de gran relevancia comunicativa recae en la eficiencia energética, el optimismo tecnológico y, sobre todo, en una sociedad de consumo desconectada de los impactos sociales y medioambientales que produce. La desconexión entre el escaparate de la tienda y el patio trasero de la producción, elemento constitutivo de la sociedad de consumo para la gran clase media global, renace en el mito del desacoplamiento absoluto entre el crecimiento económico y sus requerimientos e impactos materiales. Así que es esa idea de eficiencia tecnológica, recurso publicitario constante, el que hoy guía un mito que intenta salvaguardar de forma desesperada la idea de crecimiento económico y consumo para las clases medias.
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