Resumen:
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El triatlón (natación, ciclismo, carrera) constituye actualmente una práctica deportiva en auge (Getzin, Milner, and Harkins, 2017), tal y como demuestra el crecimiento exponencial de las licencias individuales anuales (Consejo Superior de Deportes, 2016). Todos los deportes conllevan un riesgo lesivo (Caine, Caine, & Maffulli, 2006; Tirabassi et al., 2016) durante entrenamientos y competiciones y nuestro objetivo debe ser prevenir y recuperar eficazmente dichas lesiones; diversos estudios arrojan datos donde se evidencia que la zona que padece mayor número de lesiones en la práctica de triatlón es el tríceps sural (Andersen, Clarsen, Johansen, & Engebretsen, 2013; Bertola, Sartori, Corrêa, Zotz, & Gomes, 2014) y en un porcentaje muy elevado de ocasiones durante el sector de carrera (Korkia, Tunstall-Pedoe, & Maffulli, 1994; Tuite, 2010; You et al., 2009); en concreto en la práctica del triatlón la mayoría de las lesiones suceden por traumatismos o sobres uso (Zwingenberger et al., 2014)..
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