Título: | Carlos V y las Comunidades de Castilla: proyecto de exposición |
Autores: | Sanjuán Matas, Fátima |
Tipo de documento: | texto impreso |
Editorial: | Universidad Complutense. Biblioteca Histórica, 2020-07-06 |
Dimensiones: | application/pdf |
Nota general: | info:eu-repo/semantics/openAccess |
Idiomas: | |
Palabras clave: | Estado = Presentado , Materia = Ciencias Sociales: Biblioteconomía y Documentación: Documentación , Materia = Humanidades: Historia: Historia moderna , Tipo = Documento de trabajo o Informe técnico |
Resumen: |
El joven don Carlos de Gante llegó a Castilla con su Corte carolina, algo que, le trajo problemas rápidamente. La entrega de cargos y mercedes a estos flamencos encrespó unos ánimos que ya se encontraban enfervorecidos. El periodo de inestabilidad implantado en Castilla tras la muerte de Isabel I de Castilla continuaba 13 años después. Durante la segunda regencia del Cardenal Cisneros (1516-1517), las ciudades se habían levantado buscando un mayor reconocimiento y poder. Con suerte, el regente, que había sido un hombre muy inteligente, cauto con los negocios y la política, calmó los aires de levantamiento que soplaban en Castilla. El problema explotó en las Cortes de Santiago y La Coruña, donde ciertos procuradores se negaron a darle un servicio extra al emperador. Esto fue, principalmente, porque no se había terminado de cobrar aun el tributo pedido en las Cortes de Valladolid de 1518 y, además, se conocía que el nuevo trámite era para la coronación imperial en Aquisgrán. Los castellanos no querían que su rey fuera emperador, pues pensaban que el soberano estaría fuera demasiado tiempo, y que él debía de residir en el reino. Además, no querían que Castilla se convirtiera en el banco del Sacro Imperio Romano. Es un periodo muy convulso y complejo en Castilla, pues las Comunidades fue un movimiento provocado por diversos factores. Primero, tenemos que tener en cuenta tanto el contexto histórico de Castilla, como de todos los reinos y territorios en manos de don Carlos. También, las propias ambiciones del emperador, el cual aspiraba a heredar el título que sus antecesores habían portado, la defensa del territorio aragonés e italiano adquirido por su abuelo don Fernando; y, sin restar importancia a Flandes y a los numerosos territorios adquiridos por el legado de los Habsburgo. Entre tanto, Castilla, que se veía asumida en una crisis, debido a la presencia de extranjeros en los oficios más importantes y que asumía que sus arcas podían quedar en ruina, se levantó en contra de lo aprobado en las Cortes de Santiago y La Coruña de 1520. Entre sus exigencias, encontramos peticiones que procedían de reinados anteriores, incluso de Juan II de Castilla. Por ello, para tener una visión completa y correcta de este hito, habría que estudiar la legislación tanto anterior como presente de Castilla. Esto es necesario para conocer si los Comuneros se apoyaban en una raíz histórica que estaba vigente o que lo había estado, e incluso, si estaban procediendo de forma correcta. Podemos apreciar que don Carlos tras el conflicto, siguió convocando sesiones de Cortes, siendo estas muy numerosas. Sus diversos conflictos en el Sacro Imperio Romano lo empujaban a la celebración de éstas. Los procuradores lo amenazaron en diversas ocasiones diciendo que le negarían el servicio si era para invertirlo en su política exterior, pues pedían mayor interés en la propia Corona. Aun así, los problemas pesaban en la espalda de don Carlos, así que lo destinaba según los contratiempos que le surgían, los cuales eran mayores tras las fronteras castellanas. En la siguiente muestra de fondo antiguo, queremos llevar al visitante a través de todos los focos que tendríamos que tener presente para realizar una investigación sobre este hito histórico. |
En línea: | https://eprints.ucm.es/id/eprint/61358/1/DT2020-13.pdf |
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