Resumen:
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La población adulta sana incluye adultos aparentemente sanos sin enfermedades crónicas diagnosticadas, lo cual no implica que en un determinado momento no puedan padecer alteraciones subclínicas e indetectables que vayan asociadas a desórdenes metabólicos y afecten al mantenimiento de su salud a largo plazo. En este sentido, el estilo de vida, y en concreto, la dieta, el ejercicio físico y el estrés pueden conducir a un deterioro en el sistema inmunitario y a la aparición de una disbiosis intestinal, favoreciendo con ello el desarrollo de enfermedades relacionadas, como las alergias, infecciones y alteraciones intestinales, así como desórdenes inflamatorios como las dislipemias. Por este motivo, los estudios nutricionales en población sana se centran en el estudio de nutrientes o ingredientes específicos con un enfoque preventivo frente al desarrollo de enfermedades crónicas y hacia el mantenimiento de la salud a largo plazo, ampliando su espectro de acción más allá de patologias concretas. Existe una amplia evidencia de las propiedades moduladoras de las leches fermentadas y los yogures sobre el sistema inmunitario y la microbiota intestinal..
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