Resumen:
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La Península Ibérica se caracteriza por la presencia de alineaciones montañosas regularmente espaciadas de dirección E-W a lo largo de toda ella. La deformación intraplaca resultado de la convergencia entre las placas Europea y Africana durante el Terciario causó la configuración montañosa actual de las principales elevaciones topográficas y han sido habituálmente relacionadas con "buckling" de la litosfera. Así mismo, las estructuras variscas que afectan al basamento fueron reactivadas como corredores de fallas mientras la inversión del "Rift" mesozoico tuvo lugar. Para obtener información sobre los efectos de las diferentes reologías corteza-manto, la expresión estructural y topográfica del plegamiento litosférico, la modelación análoga resulta ser una feaciente aproximación a la experimentación litosférica e interpretación de la configuración de cadenas montañosas en la Península Ibérica. Los resultados experimentales ponen de manifiesto que la primera respuesta al acortamiento de los modelos es asumida mediante pliegues de escala litosférica con diferentes longitudes de onda para el manto de aquellos que se producen en la corteza. Por otra parte, durante el proceso de acortamiento, la deformación en el manto llega a controlar la evolución de estructuras frágiles en superficie, y a medida que el volumen de acortamiento se incrementa, pasa a ser la corteza inferior dúctil la que ejerce el control sobre la deformación producida en la corteza superior frágil. La presencia de un indentor en el modelo causa la oblicuidad de las estructuras y la transferencia de la deformación desde la pared móvil del modelo hacia el interior del mismo. Dichos resultados experimentales obtenidos están de acuerdo con la información geológica y geofísica que a día de hoy tenemos de regiones como el Sistema Central, Montes de Toledo o Sierra Morena.
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