Resumen:
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Aunque en Europa no existe una clara evidencia de un resurgimiento de la religión en la esfera pública, políticas de contenido moral como la despenalización y/o ampliación del aborto han provocado la protesta de grupos laicos de inspiración religiosa, advocacy coalitions, e iglesias. Si bien no es sorprendente en democracia que este tipo de políticas conciten la movilización social, una de las novedades de la protesta antiabortista de las últimas décadas es que la protagonizan grupos cristianos, que afirman no estar vinculados a la iglesia, y colectivos de expertos que ponen el énfasis no tanto en argumentos morales como científicos. Las iglesias, por otra parte, han desempeñado papeles muy distintos en los diferentes países: la Iglesia Católica española (ICE), a diferencia de otras, ha optado por actuar como grupo de interés opositor y como aliado de facto de los grupos laicos cristianos. En España la estrategia de oposición del «mundo cristiano organizado» se debe, básicamente, la
nueva agenda socialista (2004-2011) que apuesta por «políticas moralmente sensibles» como la ampliación del aborto, la aprobación del matrimonio homosexual, y la introducción de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Más allá de su aparente unidad, el análisis de los grupos cristianos demuestra que exhiben diferencias importantes en cuanto a sus discursos y formas de actuación. Asimismo, demuestra también que existe un significativo fenómeno de overlapping membership entre los mismos y la ICE, por mucho que ambos actores recalquen que son independientes y que no existen vínculos formales recíprocos. Finalmente, se señala cómo la religión en las sociedades secularizadas puede convertirse en un asunto público si existen actores de inspiración religiosa (laicos o no) que movilizan con éxito a sectores conservadores de la sociedad que exhiben una alta intensidad de preferencias con respecto a políticas de contenido moral.
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