Resumen:
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El cáncer colorrectal (CCR), es la tercera neoplasia más común y la segunda causa de mortalidad por cáncer en los países desarrollados. Desde una perspectiva molecular, la formación de un tumor es consecuencia de la acumulación de múltiples alteraciones tanto a nivel genético como epigenético. La mayoría de los CCR son esporádicos y aparecen como consecuencia de mutaciones a nivel somático. Sin embargo, pueden existir mutaciones a nivel germinal que transmiten la susceptibilidad para el CCR a las generaciones posteriores, produciendo los diferentes síndromes de CCR hereditario. Se han identificado tres grandes vías de carcinogénesis en el desarrollo del CCR: ? vía supresora o de inestabilidad cromosómica (INC), ? vía mutadora o de inestabilidad de microsatélites (IMS) ? vía metiladora o del fenotipo metilador de islas de CpG (CIMP). La vía supresora o de INC es la alteración más frecuente. No sólo se encuentra en la mayor parte de los casos de CCR esporádicos, sino también en síndromes hereditarios como la poliposis adenomatosa familiar (PAF). Este tipo de tumores se caracterizan por el desequilibrio cromosómico (aneuploidía), con deleciones, amplificaciones y una alta frecuencia de pérdida de heterocigosidad (LOH, Loss of Heterozygosity). Existen dos tipos de alteraciones: 1. la activación de oncogenes, como K-RAS y c-MYC 2. la inactivación de genes supresores del crecimiento tumoral, APC, DCC, p53, TGFBR o PIK3CA...
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